Y el tiempo pasó

Aun puedo acordarme de cuando entraba en el baño, me ponía enfrente del espejo, y me miraba fijamente. Entonces apenas tenía 7 o 8 años, lo demasiado baja para llegar a la estantería de los cepillos de dientes, y tenía que ponerme de puntillas para llegar. Por esos tiempos me miraba y pensaba y miraba tener 17 años como algo muy lejano, ir a la universidad cada día como aquellos chicos que veía, terminar el colegio, ver la vida desde otra perspectiva, soñar, pensar, proponer, brillar... los besos de películas y el llegar a las tantas de la mañana de fiesta. Todo era como vivir en una fantasía de blancanieves, cuando me entretenía jungando con mis hermanos e imitando a las princesas de Disney, en uno de sus mejores conciertos y esperando cada año a que viniera Santa con una bolsa cargada de barbies, con muchos vestidos y zapatos. Entonces lo veía todo tan lejano, pero parece que todo esto ya ha llegado. He crecido, he madurado, mi vida y su destino, todo tiene un rumbo, desconocido aun, pero está pronto por llegar.